Mis herramientas básicas de trabajo

Una lengua es algo vivo, que cambia constantemente y que tiene diferencias y matices dependiendo de las coordenadas temporales, diastráticas, dialectales y diafásicas en las que nos situemos. Partiendo de ese hecho, como correctora y asesora lingüística, no solo me guío por la normativa vigente de la Real Academia Española a nivel léxico y gramatical, sino que también consulto el Diccionario de uso del español de María Moliner y tengo en cuenta las consideraciones que realiza la Fundéu desde el punto de vista léxico, gramatical, semántico y de uso. Asimismo, y como no puede ser de otra manera, siempre tengo en cuenta los diccionarios dialectológicos, como por ejemplo el Diccionario de canarismos de la Academia Canaria de la Lengua. Adicionalmente, también suelo consultar y comparar distintos manuales de estilo, elaborados por destacados filólogos y especialistas editoriales, con el objetivo de realizar correcciones muy bien estudiadas, ajustadas y precisas, dependiendo del tipo de trabajo que esté corrigiendo y de las necesidades de su autor o autora.

Tipos de corrección

A la hora de realizar la corrección de un trabajo escrito o de un libro, existen dos posibilidades: 

Corrección ortotipográfica

Los errores de ortografía y el ajuste de esta a la normativa vigente, como por ejemplo el uso de mayúsculas, la formación de abreviaturas, la escritura de cifras y símbolos o el uso de las tildes, etcétera.

Los errores de puntuación y la correcta aplicación de los recursos tipográficos. Algunos ejemplos serían la utilización de las comas, los puntos, el punto y coma o los dos puntos; el uso de los paréntesis o los corchetes; la utilización de las comillas españolas, inglesas o simples; el uso de las negritas, las cursivas, las versalitas o los distintos tipos de guiones.

La revisión global de las páginas. Con ello me refiero, por ejemplo, a la corrección de líneas viudas y huérfanas, la repetición de sílabas en líneas consecutivas, la adecuación de palabras que hayan quedado mal partidas a final de línea, la corrección de los márgenes; así como la separación de párrafos, la aplicación de sangrías o la unificación de criterios tipográficos en los títulos y los epígrafes, entre otras cuestiones.

La revisión del citado dentro del texto, las notas a pie de página y la bibliografía.

Corrección de estilo

Los errores de ortografía y el ajuste de esta a la normativa vigente, como por ejemplo el uso de mayúsculas, la formación de abreviaturas, la escritura de cifras y símbolos o el uso de las tildes, etcétera.

Los errores de puntuación y la correcta aplicación de los recursos tipográficos. Algunos ejemplos serían la utilización de las comas, los puntos, el punto y coma o los dos puntos; el uso de los paréntesis o los corchetes; la utilización de las comillas españolas, inglesas o simples; el uso de las negritas, las cursivas, las versalitas o los distintos tipos de guiones.

La revisión global de las páginas. Con ello me refiero, por ejemplo, a la corrección de líneas viudas y huérfanas, la repetición de sílabas en líneas consecutivas, la adecuación de palabras que hayan quedado mal partidas a final de línea, la corrección de los márgenes; así como la separación de párrafos, la aplicación de sangrías o la unificación de criterios tipográficos en los títulos y los epígrafes, entre otras cuestiones.

La revisión del citado dentro del texto, las notas a pie de página y la bibliografía.

La revisión en profundidad de la gramática y la estructura, para corregir y ajustar aspectos como, por ejemplo, los tiempos verbales utilizados, la coherencia y la cohesión, los marcadores textuales o cualquier otro aspecto relacionado con la arquitectura interna del texto, desde la utilización de una preposición que es más correcta hasta la reestructuración de la información ofrecida para presentarla de forma más clara y ordenada.

La revisión en profundidad del plano léxico, para evitar repeticiones innecesarias, enriquecer el texto con sinónimos, sustituir palabras por otros vocablos más precisos o corregir errores de tipo semántico.

¿Cómo trabajo?

Me mandas los textos y hago la corrección digital.

Te entrego un documento con todas las correcciones ya hechas, marcadas en otros colores, acompañado de un informe de lectura en el que aparecerá explicado el porqué de cada una de las modificaciones realizadas, tomando como referencia las normativas y los manuales de corrección y estilo con los que trabajo.

Tendremos una reunión para desgranar todos los detalles de la corrección de forma telemática o presencial.

Locución

Las palabras son únicas, tienen color, matices y connotaciones diversas. Es por ello por lo que una locución adecuada es imprescindible en cualquier texto creado para ser escuchado. Un diálogo, un poema, una noticia o un anuncio son tipos de texto que requieren de una determinada cadencia y de una emoción concreta y precisa, que se corresponde con lo que cada palabra y cada frase deben transmitir. Si necesitas contratar el trabajo de locución, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de participar en tu proyecto.

Locución de la ráfaga de la sección «Lecturas en femenino» del programa Déjate de cuentos, dirigido por Mónica Radován, Radio Sur Adeje.

Vídeo promocional del Ayuntamiento de La Orotava para fomentar el turismo local en este municipio de la isla. 

Videotutoriales para la realización de trámites a través de la sede electrónica del Ayuntamiento de La Orotava.

Agustín Espinosa, Campaña por el Día de las Letras Canarias 2019.

Servicios

por | Sep 29, 2020

Tienes alguna duda

Escríbeme

Ya sea una corrección ortotipográfica o una corrección de estilo lo que necesites, el presupuesto dependerá también de otros factores, como por ejemplo el tipo de texto o de trabajo que desees corregir, el nivel de especialización del texto, el número medio de palabras por página o la prisa que tengas en recibir el trabajo corregido.

En otras palabras, no es lo mismo corregir un libro de poemas que una novela o un ensayo sobre termodinámica; igual que no es lo mismo solicitar un trabajo con seis meses de antelación que para dentro de una semana. En este sentido, lo más adecuado es que me escribas explicando con detalle cuál es tu proyecto y cuáles son tus condiciones, para darte luego un presupuesto ajustado a tus necesidades.

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